La Tomografía Axial Computarizada (TAC) permite obtener una imagen tridimensional del cuerpo en estudio. Para ello, se adquieren un gran número de imágenes del mismo objeto realizadas desde distintos ángulos.
Las distintas proyecciones adquiridas se almacenan en un ordenador que reconstruye la imagen en 3D mediante la utilización de un software específico.